domingo, 7 de agosto de 2011

Elecciones ATE: En Rosario, Santa Fe y Argentina, sigamos construyendo un sindicato democrático y para la lucha












Jueves 4 de agosto,
2011. Frío intenso en la madrugada del sur santafesino, más precisamente en la Colonia Psiquiátrica
de Oliveros, pequeña localidad distante a 60 kilómetros de
Rosario (seccional a la que pertenece dicho hospital). La Asociación de
Trabajadores del Estado  convocó para ese
día a sus afiliadas y afiliados en todo el país a elegir a las comisiones
directivas seccionales, provinciales y nacional a través del voto directo, en
pleno ejercicio de la democracia sindical.











Los militantes de la
lista Verde ANUSATE de la
Colonia
, entre ellos algunos militantes de La Fragua, organización de
base del Frente Popular Darío Santillán, nos disponemos a dar inicio al acto
eleccionario. Pero algunos nos desayunamos ahí mismo de lo que otros cumpas sabían
 desde el día anterior: imprevistamente, nos
habían cambiado las reglas de juego.  Otra
chanchada pergeñada por el burócrata que conduce Santa Fe, el malogrado
candidato a vicegobernador del “chivo” Rossi,  Jorge Hoffmann. Líder de la lista Verde y
Blanca  y durante más de 20 años
Secretario General del gremio de la provincia, éste personaje interpuso un
recurso ante el Ministerio de Trabajo de la Nación para que no pudieran votar los trabajadores
  contratados (¡¡¡!!!) ni los municipales
de Rosario y de otras ciudades cercanas (ya que el gobierno “socialista”, que
tanto pregona a través de Binner la libertad sindical, no les reconoce el
derecho de afiliarse a ATE), En total, alrededor de 900 personas inhabilitadas
para ejercer su derecho. O sea, el Estado que contrata en negro, precariza, no
paga un montón de cargas sociales ni aguinaldo, avala a través de la Justicia que los
trabajadores libremente afiliados a un sindicato, no puedan siquiera elegir a
sus representantes. Vergonzoso, ilegítimo, ilegal, aberrante, para el
secretario general del CD Provincial Jorge Hoffman los que “no cotizan” a
través de descuentos en su “recibo de sueldo” no pueden votar en nuestro sindicato,
de más está decir que la mayoría de esos compañeros respaldan nuestra propuesta,
porque son de los jóvenes precarizados que la seccional Rosario, al contrario
de la de Santa Fe, aloja, defiende y convoca a organizarse para darle pelea a
la precarización.





En la seccional
Rosario, con más del 90% de las mesas escrutadas (alrededor de 2340 votantes),
la lista Verde ANUSATE encabezada por el binomio Gustavo Martinez/Raúl Daz se
imponía con un cómodo 65% de los votos contra el 30% de la Verde y Blanca y un 5% de la Marrón-Violeta.  





Por el contrario, en
el ámbito de la provincia la proporción se invertía y el oficialismo triunfaba
con alrededor del 70% de los votos frente a un 27% de la Verde de Acedo/Romero, que
hacía su primera incursión en el terreno provincial. Allá en la ciudad capital
(la de las mesas con más cantidad de votos para Hoffmann que personas
habilitadas para votar, en las últimas elecciones de CTA) y en el centro y
norte de la provincia, han constituido un aparato sostenido en el clientelismo
más desembozado: camping lujoso, mutual financiera, créditos, prebendas y
suculentos giros de recursos para las seccionales amigas. De organización, movilización
y lucha por los derechos de los trabajadores, nada.





A nivel nacional
acompañamos a la Bermellón,
una lista que logró articular distintas expresiones de izquierda independiente
y partidaria. Se trata de un espacio con gran proyección a futuro, que
consiguió en estas elecciones muy buenos resultados donde existe una apuesta
por el trabajo de base y la organización democrática desde abajo de los
trabajadores y trabajadoras. Este es el caso, por ejemplo, en el Ministerio de
Trabajo de la Nación
en Capital, donde las y los laburantes pelean contra la precarización
enquistada y sostenida en el organismo que debería combatirla.   





“Debemos ser pacientes,
perseverantes y decididos”
nos planteó el gringo Tosco. Desde abajo, en la
militancia diaria, seguiremos luchando, creando, intentando desarrollar un
sindicalismo clasista de base entre los trabajadores estatales frente al poder
del aparato de esta burocracia ayer reutemista y hoy nacional y popular, y a
las estructuras que pretenden ubicar a las organizaciones sindicales como
furgón de cola de proyectos políticos ajenos a los intereses de los
trabajadores y trabajadoras, sabiendo como también planteó Tosco que
si
se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de
fructificar; en una semana, en un mes o en un año
.
     





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