Sobran las razones
Hagamos oír nuestra protesta llenando las calles del país
El 8 de junio la Marcha de los Chicos del Pueblo llegará a Buenos Aires
La consigna es clara, “El hambre es un crimen”. Es que hace falta una larga cadena de criminales y cómplices para que en nuestro país, luego de casi 10 años de un notable crecimiento económico, donde se producen alimentos para 300 millones de personas, haya niños que se mueran de hambre. La prensa difunde los datos de Chaco, Misiones o Salta, pero nuestra provincia –una de las más ricas del país- no es ajena a esta vergüenza. En los hospitales todos los días se detectan casos de desnutrición infantil y son miles los niños que asisten a las escuelas principalmente para lograr un plato de comida. En los barrios más carenciados los comedores comunitarios y los merenderos siguen luchando para que gobierno nacional y provincial cumplan sus promesas y ayuden a garantizar lo indispensable. Entre los millones de dólares de la soja nuestros “niños-bandera” dejan su vida al paso del avión fumigador.
El 8 de junio los jubilados realizarán su marcha número 1000
Ejemplo de militancia, de convicción y de firmeza. Empezaron a comienzos de los ’90, allá por los oscuros años en los que la dupla Menem-Cavallo se propuso quitarles la dignidad. Cada semana, todos los miércoles, estuvieron en la calle con un reclamo claro, indiscutible: recuperar el 82% móvil.
Hoy el 70% de nuestros viejos cobra la jubilación mínima: $1230; muy por debajo de la línea que marca el umbral de la pobreza; muy lejos del 82% que les corresponde.
En ANSES hay plata para muchas cosas: para gastar millones en publicidad; para dar préstamos baratos a la General Motors y a otras grandes empresas. Para lo que no hay es para su función principal: pagarles a los jubilados lo que corresponde. Mientras tanto los empresarios siguen gozando de la baja de los aportes patronales dispuesta en los ’90.
El 8 de junio millones de trabajadores (especialmente jóvenes y mujeres) seguirán penando con la precarización laboral y un salario que no alcanza.
Según datos oficiales el 40% de los trabajadores está “en negro”, privado de los derechos más elementales. Empresarios de todo tamaño y nacionalidad incumplen con la ley y superexplotan para aumentar aún sus ganancias. De la misma forma actúan el gobierno nacional (en el propio Ministerio de Trabajo ¡casi el 70% de sus trabajadores está precarizado!) y también los “socialistas” de la Provincia y de la Municipalidad (ver la heroica lucha que está llevando adelante los trabajadores de Promoción Social).
Aunque algunos como Pedraza y Zanola están presos, la burocracia sindical goza de buena salud apoyada por el gobierno kirchnerista y los empresarios. Es que juegan un rol clave en dificultar la organización independiente de los trabajadores.
La inflación siempre le gana la carrera al aumento de salarios y más de un tercio de los asalariados gana menos que el salario mínimo.
Aunque ha bajado en todos estos años, la desocupación sigue siendo alta y es usada para disciplinar a los trabajadores. El plan de creación de cooperativas conocido como P.A.T. (Programa Argentina Trabaja) anunciada como una gran herramienta para acabar con la desocupación, detuvo su marcha en Buenos Aires y algunas provincias claramente alineadas con el gobierno nacional.
Pero hay muchas más razones. Desde el pago de la ilegítima Deuda Externa que nos asfixia en el presente hasta la minería a cielo abierto que nos deja sin futuro. Desde un sistema impositivo totalmente regresivo (en nuestro país pagan más impuestos los que menos tienen) hasta los miles de pibes que no pueden cumplir con la escolaridad obligatoria. Desde los asesinatos de Pocho Lepratti, Carlos Fuentealba o Mariano Ferreyra hasta la desaparición de Julio López.
Hay mucho por hacer y para ello hace falta movilizarnos.
Hace diez años las rebeliones del 19 y 20 de diciembre de 2001 nos encontraron en las calles y en las rutas, en las barricadas y en las plazas, en las asambleas populares y en los barrios organizados. Como herederos del 2001, de las resistencias al neoliberalismo y de las luchas de los setenta hoy seguimos construyendo poder popular desde las bases.
Es con estas convicciones que llamamos a los trabajadores y a todas las organizaciones populares a ser parte de la Jornada de lucha con paro nacional convocada por la CTA para este miércoles 8.
agrupación de trabajadores y trabajadoras del FPDS
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