Justicia para nuestros pibes. ¡Ni uno más!

Desde el FPDS movilizamos a Tribunales Provinciales a seis meses del Triple crimen en barrio Moreno y diez días del asesinato de otro compañero en barrio Vía Honda. Exigimos los procesamientos de los policías imputados y la depuración integral de la fuerza.

El lunes 2 de julio, como todos los meses, nos movilizamos a los Tribunales Provinciales para exigir justicia por Jere, Mono y Patom. La causa de la Masacre de Moreno ha entrado en la etapa final de instrucción con todos los imputados procesados, quienes deberán afrontar el juicio en la cárcel.

Las actuales expectativas están puestas en el desarrollo de la causa anexa al Triple Crimen, caratulada N9, en la cual se investigan las vinculaciones de las fuerzas policiales con la banda de Sergio “el quemado” Rodríguez y los hechos en barrio Moreno.

“La causa anexa N9”, comenta Pedro Salinas, vocero del Movimiento 26 de junio-FPDS, “es la que debe desentrañar el manto de complicidades de la fuerza policial.   Y agrega: “Ya existen imputados como el policía de mayor jerarquía, el comisario Carrillo, Jefe de Inspección; junto al comisario Santana, jefe de la Comisaría 15, ambos responsables de la zona que han sido desplazados de sus funciones. También han sido citados a declarar el Jefe y el Subjefe de la Unidad Regional, Arismendi y Cabrera. Estamos a la expectativa del desenvolvimiento de la causa, que en lo inmediato también tendría que tener una resolución del juez".

A los avances en la investigación y el procesamiento de los imputados contraponemos  el dolor por el asesinato de Cesar Oviedo, compañero del M-26 del barrio Vía Honda, muerto por un “soldadito” del narcotráfico que custodiaba el bunker-quiosco del barrio. El pasado 20 de julio César sale de una asamblea en el barrio y a unas cuadras el custodio del quiosco, con el que había tenido discutido a la mañana, le dispara al pecho. Pedro explica que en la causa no se ha podido avanzar mucho: hay un solo detenido, el joven que traslada en moto y saca del barrio a Maximiliano Patiño, quien, según los testigos, habría disparado a Cesar. 

“El desenvolvimiento que esperamos sigan teniendo las causas es gracias a que los pibes estaban organizados en un Movimiento” subraya Salinas. “Somos las organizaciones populares, las que vivimos el cotidiano en los territorios, necesariamente los protagonistas de la solución de toda esta problemática”.