domingo, 25 de julio de 2010

COMENZÓ LA CAUSA DÍAZ BESSONE


Un claro día de justicia
“Cárcel común, perpetua y efectiva, ni un solo genocida por las calles argentinas” fue la canción más cantada en los Tribunales Federales el miércoles 21 de julio, cuando comenzó el juicio oral y público de la causa “Díaz Bessone”, ex “Feced”. Desde el Frente Popular Darío Santillán participamos junto a otras organizaciones populares rosarinas de las distintas actividades del día, donde exigimos que este proceso tenga la misma sentencia que la causa “Guerrieri-Amelong”: la condena máxima para todos los responsables del terrorismo de estado. 

La causa Díaz Bessone
Ramón Díaz Bessone fue Comandante del II Cuerpo del Ejército durante la última dictadura militar. El Segundo Cuerpo del ejército operó en el Servicio de Informaciones (SI) de la Jefatura de Policía de Rosario, el mayor centro de detención clandestina en la región y donde sufrieron cárcel y torturas entre 1800 y 2000 personas.
Quien dirigió el centro clandestino del SI fue Agustín Feced principal responsable por la muerte de 520 personas en nuestra provincia, imputado por 270 delitos de lesa humanidad y quien desde 1984 estuvo en prisión preventiva hasta su muerte oficial ocurrida en 1986. Curiosamente este genocida vivió dos años mas en Formosa luego de su muerte oficial rubricada por el Hospital Militar de Campo de Mayo y, de acuerdo a investigaciones periodísticas, murió en Buenos Aires hacia julio de 1988. Beneficiado por su muerte prematura y la desaparición de cientos de fojas la causa por delitos de lesa humanidad fue cerrada en 1986 y quedaron sin indagar militares, policías y empresarios, entre ellos Leopoldo Galtieri, Diaz Bessone y Lo Fiego.

En este contexto y por la magnitud de los casos la apertura del juicio de la causa Díaz Bessone es un hecho de valor histórico comparable al juicio de la ESMA. La causa juzgará a Ramón Díaz Bessone (ex Cdte. Del II CE), José Rubén Lo Fiego (oficial principal de la Policía de Santa Fe), Mario Alfredo Marcote (oficial de la Policía de Santa Fe), Ramón Rito Vergara (suboficial de la Policía de Santa Fe), Juan Carlos Scortecchini (comisario principal de la Policía de Santa Fe) y Ricardo Chomicky (civil) por los delitos de privación ilegitima de la libertad y tormentos a 93 victimas, 17 de las cuales fueron asesinadas. A lo largo de un año transitarán por las audiencias alrededor de 200 testigos.
En la apertura del juicio
Las actividades comenzaron desde bien temprano. Pasadas las 9 de una fría aunque soleada mañana, empezó la radio abierta sobre el escenario montado en la zona peatonal del boulevard Oroño, frente a los Tribunales Federales. Los ex combatientes de Malvinas ofrecían mate cocido, otros hacían circular los mates que habían traído de sus casas. Los periodistas Carlos del Frade y Marcelo Nocetti, siempre presentes en las luchas populares de la ciudad, prestaban el micrófono a quienes quisieran ofrecer su testimonio.  

Al mismo tiempo, se desarrollaba la audiencia en el interior del tribunal. Díaz Bessone, Lo Fiego, Marcote, Scortecchini, Ramón Rito Vergara y Chomicky escucharon la lista de los crímenes que cometieron y los compañeros y compañeras a los que detuvieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron. A pocos metros los familiares y amigos, testigos y querellantes de esta causa presenciaban la audiencia con un sabor agridulce en la boca, contentos porque finalmente se está juzgando a los genocidas, y con la indignación de que el tribunal resolvió que hasta ahora se encontrarán en libertad mientras dure el juicio con la permanente posibilidad de fuga.   
Sobre Oroño, siguieron sonando las chacareras y las zambas. Algunos valientes se animaron a bailar. Las hamburguesas a la parrilla alimentaron a los que se quedaron haciendo el aguante durante el mediodía.
Una vez que bajaron un poco las hamburguesas, se largó la Caravana de la Memoria. Con el Espacio Juicio y Castigo recorrimos en bicicletas y en autos distintos puntos céntricos donde fueron secuestrados compañeros y compañeras. Intervenimos con distintos carteles las calles en las que algunos compañeros fueron secuestrados, como escribió alguna vez José Pedroni, poeta santafesino, “La bicicleta un día va a volar/La bicicleta de todos/Ya lo verán”.

Antes del acto central apareció La Memoriosa, la murga del Espacio Juicio y Castigo, que denuncia la impunidad y recuerda a los compañeros y compañeras, pero con baile y alegría. Después comenzó el acto para apoyar y dar fuerzas a los testigos y querellantes de la causa quienes sufren la desidia de las irregularidades de los programas de protección de testigos, hemos visto lo que les ha ocurrido a otros testigos y querellantes como la desaparición de Jorge Julio López y el asesinato de Silvia Suppo en Rafaela.

Durante el acto se leyó el documento redactado por el Espacio Juicio y Castigo donde se destacó la irresponsabilidad del tribunal de dejar en libertad a los represores ante la cantidad de criminales de lesa humanidad prófugos. Por medio del documento también se criticó la decisión del tribunal de no dejar entrar a los familiares, compañeros y demás participantes con las imágenes y carteles de sus seres queridos aun desaparecidos.
Durante el acto subieron al escenario distintos testigos y querellantes, entre ellos Héctor Medina, Laura Ferrer y Herminia Severini, para destacar la importancia del desarrollo de los juicios y la lucha inclaudicable de las organizaciones de derechos humanos para llegar a esta situación. Doña Herminia con sus jóvenes 84 años nos recordó quiénes se quedaron a pelearla y dieron la vida y quiénes se fueron y hoy “están sentaditos con su buenos sueldos, tapaditos en invierno y con aire acondicionado en verano”. Como siempre doña Herminia terminó sus palabras con puño en alto y el grito de “hasta la victoria siempre, chicos”.




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