jueves, 3 de junio de 2010

ESCRACHE A LOFIEGO


A DOCE AÑOS DEL PRIMER ESCRACHE, LOFIEGO SIGUE SUELTO
SI NO HAY JUSTICIA, HAY ESCRACHE POPULAR

El viernes 28 de mayo marchamos, junto a otras organizaciones sociales y de DDHH, para escrachar a José Rubén Lofiego, atroz represor durante la última dictadura militar e imputado en la causa Díaz Bessone (ex Feced) junto a Mario Marcote y Ramón Vergara, excarcelados el 30 abril pasado. Mendoza 1480, casi esquina Paraguay, 8vo piso, es el domicilio del torturador y asesino de los más de 2000 compañeras y compañeros que pasaron por el Servicio de Informaciones en la Jefatura de policía.

Concentramos y marchamos desde la Plaza Pringles hasta el domicilio del “Ciego” Lofiego el viernes 28 de mayo en una anochecida tarde de agua lluvia. “Alerta, alerta, alerta que caminan milicos asesinos por las calles rosarinas”, “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”, entre cánticos y saltos le fuimos ganando al fresco otoño rosarino. El espacio Juicio y Castigo, del cual participamos junto a organismos de DDHH, querellantes y testigos de los juicios contra los genocidas, organizaciones sociales, políticas y estudiantiles, convocó al escrache como forma de repudiar la liberación de los tres represores, miembros del Servicio de Información y responsables de la desaparición, muerte y tortura de la mayor parte de los detenidos y desaparecidos en la zona de Rosario.

El 30 de abril pasado, fueron liberados por la sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, Lofiego, Mario Marcote y Rubén Vergara. Luego de doce años la esquina de Mendoza y Paraguay volvió a ser el escenario del escrache popular ya que la justicia argumenta que la prisión preventiva en la cual se encontraban había excedido los plazos de espera del juicio. La Causa Díaz Bessone (ex Feced) juzgará los crímenes perpetrados en el Servicio de Informaciones de la Jefatura de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario (centro clandestino de detención más grande de la provincia). Este comenzará el día 21 de julio de este año y se iniciará prácticamente sin detenidos (excepto Díaz Bessone, con prisión domiciliaria), pero sí con muchos prófugos.

Los vecinos del barrio centro ahora tienen una señal de ética urbana propia para llegar al domicilio del asesino y les advierte que su vecino es un asesino y está suelto, ahí nomás, en el departamento de al lado o tomando un café en la otra mesa del bar Olimpo. Cabe señalar que cuando llegamos a la puerta del edificio de Mendoza 1480 no había ninguna custodia policial efectiva, hecho que nos lleva a mencionar el papel irresponsable del gobierno provincial sobre que sabiendo de la liberación no notificó ni advirtió a los testigos, quienes pidieron la reformulación del Programa Provincial de Protección de a Testigos. 

Estos y otros acontecimientos, como el asesinato de Silvia Suppo y la desaparición de Jorge Julio López, nos demuestran que la única manera de proteger a nuestros testigos y querellantes, es estando junto a ellos en los juzgados, en la calle, donde sea, día a día, tal como lo hicimos en la causa Guerrieri - Amelong. Nos recuerdan, además, que la permanencia de los juicios y sus condenas efectivas no son patrimonio de ningún gobierno sino el fruto de la constante lucha de todas y todos por justicia para los compañeros.

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