A pesar del mal tiempo, los trabajadores y trabajadoras conmemoramos nuestro día como corresponde, con la alegría de luchar por una sociedad distinta. Más de 800 compañeros y compañeras, de todas las edades, participamos el domingo del acto-festival en La Toma, organizado por la CTA Rosario. Allí levantamos todas las banderas de la clase trabajadora, las de ayer y las de hoy: el fin de la precarización laboral, trabajo digno para todos y todas, salario igual a la canasta familiar, libertad y democracia sindical, 82% móvil para los jubilados.
El frío y lluvioso comienzo de mayo obligó a trasladar el acto festival del Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras del Parque Nacional a la Bandera a La Toma. Sin embargo, de a poco, hombres y mujeres, niños y niñas, abuelos y abuelas, contra la pachorra que pide la tarde, copan la planta alta del ex supermercado recuperado por sus empleados. El lugar se llena de calor y también de color, con el despliegue de banderas, libros y revistas de las distintas organizaciones sindicales, sociales y políticas.
El amplio salón se inunda de canciones, de música popular: pasan durante la tarde Chingui Gómez, Varón, las murgas Los Vecinos Re Contentos y Mal Ejemplo, y el grupo de baile Catu II.
Otros compañeros ofrecen su testimonio: entre ellos, Pedro, uno de los trabajadores despedidos por Sancor, protagonista de esa importante lucha de la ciudad y la región, todavía no concluida. También saludó al acto Pitu, compañero del FPDS, en nombre de la Asociación Gremial de Trabajadores Cooperativos, Autogestionados y Precarizados.
Luego cinco compañeras y compañeros leen el documento elaborado por la CTA Rosario. Son jóvenes, dos son mujeres, precisamente los sectores más perjudicados por la precarización laboral, uno de los pilares del “modelo”.
Más tarde le toca al turno a Gustavo Teres, secretario general de la CTA Rosario, y a Jorge Acedo, su antecesor en el cargo y secretario general de ATE Rosario. Ambos reflexionaron sobre la continuidad de las luchas históricas de los trabajadores y trabajadoras, la importancia de identificarnos como parte de una clase que trasciende las fronteras de de ciudades, provincias y países. Destacaron la importancia de la libertad y la democracia sindical para que podamos construir organización en cada lugar de trabajo y pelear por nuestros derechos.
Finaliza el festival. Las banderas se descuelgan de las paredes, pero no se guardarán por mucho tiempo: todos los días se renuevan las luchas de los trabajadores y trabajadoras, peleas por las cuestiones más inmediatas y por un cambio social profundo, que nos garantice una vida digna a todos y todas.
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