Durante el mediodía del lunes 26 de marzo quienes venimos sosteniendo en Rosario la lucha por el juicio y castigo a los genocidas de la última dictadura militar hemos presenciado finalmente la histórica sentencia de la causa más grande de la región, la Causa Díaz Bessone, ex Feced. El proceso oral que se extendió por casi dos años, contra los imputados Ramón Genaro DIAZ BESSONE, José Rubén LO FIEGO, Mario Alfredo MARCOTE, Ramón Rito VERGARA, José Carlos SCORTECHINI y Ricardo Miguel CHOMICKY, contó con mas de 140 testigos que día tras día, repitieron el acto heroico de enfrentarse a sus torturadores para denunciarlos una vez más, 36 años después. Tras dos años de dilaciones y complicidades judiciales a las que respondimos con innumerables denuncias de parte de quienes componemos el espacio Juicio y Castigo, el Tribunal Oral Federal Nº2 de la ciudad de Rosario, compuesto por los jueces Otmar PAULUCCI, Beatriz CABALLERO de BARABANI y Jorge L. F. VENEGAS ECHAGÜE arribó a una sentencia que consideramos insuficiente y por lo tanto injusta.
Los imputados recibieron distintas condenas, cuyos fundamentos serán conocidos recién en el mes de mayo, y que van desde cadenas perpetuas hasta la tan lamentable absolución. Condenados a cadena perpetua en cárcel común y efectiva fueron el ex Comandante del Segundo Cuerpo del Ejercito Ramón Genaro Díaz Bessone y el ex policía José Rubén Lofiego. Condena a 25 años de prisión en cárcel común y efectiva fue el veredicto para Mario Alfredo Marcote. Ramón Rito Vergara y José Carlos Scortechini recibieron una decepcionante condena de 12 y 10 años respectivamente, que a pesar que deban cumplirla en cárcel común, nos deja con la seguridad que no es proporcional a los atroces crímenes que cometieron. Festejamos las sentencias a prisión perpetua que recibieron dos de los más crueles personajes de la historia de la represión en Rosario y también la decisión, tardía, del tribunal de dictar la prisión preventiva para todos los condenados. Esperamos, tal como lo venimos haciendo con la causa Guerrieri-Amelong, que las condenas se hagan rápidamente efectivas para acabar así con la impunidad que gozan los genocidas, incluso una vez condenados.
Mención aparte merece la absolución del civil Ricardo Miguel Chomicky, cuya responsabilidad le cabe al tribunal pero también a quienes se fundan en una interpretación que lejos de servir como herramienta de reconstrucción histórica, se presenta como absoluta, acrítica e incapaz de considerar las situaciones concretas de cada lugar y centro clandestino de detención. La postura que optaron dos de las querellas y la Fiscalia, por instrucción del Ministerio Publico Fiscal de la Nación, de no acusar a Chomicky por considerar que quien entra como victima a un centro clandestino de detención sale como victima del mismo, posibilita sostener que son asimilables las terribles situaciones sufridas en estos lugares de horror, con la participación activa en la patota y las torturas y todo tipo de vejaciones que, como se probó en el juicio, este nefasto personaje efectuó sobre nuestrxs compañerxs. Estamos convecidxs también que esta posición no solo va a contramano de lo expresado por cada testigo y querellante de la Causa y de las contradicciones de los testimonios del mismo imputado, sino que también habilita a pensar que genocidas como Chomicky puedan ser llamados militantes y aun peor, victimas de la Dictadura militar.
Quienes nos hicimos presentes hoy en el Boulevard de los Tribunales esperábamos una sentencia a la altura de aquel ejemplar fallo en la Causa Guerrieri-Amelong, y lo hacíamos no solo en virtud del proceso social que exige juicio y castigo ya a los culpables, sino también de las incontrastables pruebas que se efectuaron en el juicio. Sentencia que entendemos debió considerar cada acto de los imputados como delitos de lesa humanidad, es decir, como parte de un plan sistemático llamado genocidio, incluidas también las violaciones y vejaciones a cada compañerx que pasó por el Servicio de Informaciones. En este sentido, seguimos sosteniendo que la única sentencia justa era cárcel común, perpetua y efectiva para todos los imputados.
De todas maneras sabemos que solo el pueblo puede garantizar la lucha contra la impunidad. Y también sabemos que siempre tenemos a mano de nuestra lucha popular esa gran consigna que nuestro pueblo supo elaborar contra la siempre constante impunidad, y que seguiremos gritando bien fuerte: Si no hay justicia hay escrache!
Esta causa es una mas de las muchas que esperamos se inicien en el país y tal como lo venimos haciendo, seguiremos día a día acompañando a los testigos y querellantes en cada audiencia de las causas por venir. Próximamente se iniciará la causa de San Nicolás, que nos encontrará allí, levantando las banderas de lxs compañerxs caidxs y con la fuerte convicción de que las sentencias son también fruto de la presión social y política que desde “el aguante” podamos ejercer. Porque nos sobran los motivos para continuar su lucha, la de los caídos y las caídas por luchar, es que seguiremos dando la batalla de todos los días por el fin de la impunidad.
Frente Popular Darío Santillán
regional Rosario
Movimiento 26 de Junio (barrios Alvear, Moreno, Vía Honda y Villa Manuelita)
Santiago Pampillón (Facultades de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Psicología, Veterinaria, Bioquímica y Arquitectura)- el grito (Facultad de Humanidades y Artes)
CTD Aníbal Verón (Rosario: barrios Magnano, San Martín Sur; Villa Gobernador Gálvez: barrios Costa Esperanza y La Ribera)
Agrupación de trabajadores/as La Fragua
Digna Rabia (Espacio de Cultura FPDS)
Colectivo feminista Malasjuntas
Espacio de Derechos Humanos del FPDS
Espacio de Bienes Comunes del FPDS
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