sábado, 17 de abril de 2010

TERMINÓ EL PRIMER JUICIO POR LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD EN ROSARIO


Y un día, hubo justicia
    
34 años de lucha, 7 meses de juicio, 24 horas de vigilia para un solo grito. El jueves 15 de abril el Tribunal Federal rosarino encargado de juzgar a los represores de la causa Guerrieri-Amelong dictó la cárcel perpetua, común y efectiva. En la calle, Rosario era una fiesta.

“Cárcel perpetua, común y efectiva” dictó la voz del juez y las diez mil personas expectantes sobre el Boulevard Oroño estallaron en abrazos, besos y llantos. Tras siete meses de audiencias el Tribunal Federal Oral N 1 de Rosario condenó al ex teniente coronel Pascual Guerrieri, el ex mayor Jorge Fariña, el ex teniente Juan Daniel Amelong y a los agentes civiles de inteligencia Walter Pagano y Eduardo Costanzo por crímenes de lesa humanidad “en homicidios agravados por alevosía” y  “persecución, tortura y desapariciones” cometidos contra militantes de la ciudad y la región en los centros clandestinos de detención “Quinta de Funes” y “Fabrica Militar de Armas”.

El festejo desatado contenía una cuota de suspenso ya que el Tribunal había dado muestras de ciertas ambivalencias en algunas de sus decisiones, por ejemplo, había permitido al represor Juan Amelong ostentar binchas con la inscripción “Legalidad” frente a los querellantes y en la audiencia previa a la sentencia había ordenado retirar los afiches con las caras de las compañeras y compañeros desaparecidos. Disposiciones que fueron fuertemente criticadas por el Espacio Juicio y Castigo, del cual formamos parte junto a asociaciones de derechos humanos y organizaciones populares de la ciudad.

Finalizada la lectura de la sentencia salió de la pequeña sala el reducido grupo de Madres, familiares, testigos y abogados que había podido ingresar a encontrarse con la incontenible felicidad de las miles de personas que siguieron la lectura desde el boulevard. Tal como salían subían al escenario para ponerle palabras a ese sentimiento desatado que atravesaba a todos los presentes. “Acá están los 30 mil desaparecidos, en esta juventud que levanta sus banderas”, sentenció una de las oradoras, tema que recorrió todas las intervenciones. Otros oradores destacaron el carácter inicial de la lucha que abre esta sentencia y la necesidad del apoyo y la organización de todas y todos en relación para continuar con el reclamo por la desaparición de Julio López y por el esclarecimiento del caso de Silvia Suppo.

Héctor “Chinche” Medina, dirigente del sindicato de trabajadores telefónicos y testigo de las causas por delitos de lesa humanidad, señaló que el objetivo de la dictadura era destruir el movimiento obrero y la organización popular para imponer un modelo de país que todavía sigue en pie. En una clave similar, Herminia Severini, Madre de la Plaza 25 de Mayo de Rosario, criticó al gobierno nacional por la continuidad del saqueo de los bienes comunes y alertó contra “el uso de los políticos de la bandera de los derechos humanos” y llamó a no permitir un nuevo indulto para los militares.

Finalizado el acto, aparecieron los músicos y artistas populares, los que siempre están en las luchas de la ciudad, acompañando con una chacarera o un rocanrol. Primero subió Varón del barrio Ludueña, el barrio de “Pocho” Lepratti. También estuvo Marcos, el cantante de Farolitos, una de las bandas de rock locales más seguidas por los jóvenes de la ciudad. Y cerró la Memoriosa, la murga del Espacio Juicio y Castigo, que une en sus canciones lucha y alegría.
Teniendo en cuenta las ambivalencias y serias contradicciones en las diversas materias, cabe destacar que la derogación de las leyes de Obediencia debida y Punto Final por parte del oficialismo nacional ha permitido avanzar en la realización de los juicios y en el dictado de sentencias firmes.

Desde el Frente Popular Darío Santillán consideramos la sentencia del jueves como un momento histórico. Creemos que esta lucha que avanza día a día es una lucha de todas y todos, una lucha que no conoce ni sectarismos ni oportunismos. Los derechos humanos son del pueblo, y no propiedad de ningún gobierno. En este sentido, participamos en el Espacio Juicio y Castigo junto a organismos de derechos humanos y a otras organizaciones populares con la misma esperanza de que se repita la sentencia en la megacausa Feced a iniciarse el 21 de julio y con la misma convicción de que caminar la unidad popular es la mejor forma de homenajear y hacer presentes a las compañeras y los compañeros caídos. Tratando de construir todos los días la sociedad por la que pelearon aquellos militantes populares. Como dice el poema de Paco Urondo: “arderá la memoria hasta que todo sea como lo soñamos”.

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