Movilización y repudio por la masacre
No le importa si su destino es violento,
Va tranquila la bala no tiene sentimientos.
(Residente Calle 13)
Siglos de opresión e invisibilización despiadados recaen sobre las espaldas de nuestros compañeros y compañeras de las comunidades originarias. Pero también siglos de resistencia. En Rosario, son cientos los habitantes que tienen otras lenguas y practican culturas milenarias. Este viernes definieron salir a las calles, mostrarse a gritos por el centro de la ciudad.
Esta vez, una vez más, fue para reclamar justicia por la atroz represión que sufrieron sus hermanos en Formosa al ser heridos y asesinados por la policía del Gobernador Isfrain, un bastión del Kirchnerismo en el interior.
Luego de marchar por las calles rosarinas, y ya en el monumento, se apropiaron del micrófono y poniendo en alto la voz, representantes de varias comunidades de pueblos originarios repudiaron este hecho, y recordaron que la violación de sus derechos es una constante desde hace más de 500 años. Cotidianamente se los excluye, se los ignora, se los despoja de sus tierras. Queda en claro que más allá de ese policía y ese gatillo que terminó con la vida de un argentino más, el verdadero asesino es este modelo de saqueo, son las mineras, son los pooles de soja; son sus dueños y quienes desde el gobierno le garantizan la impunidad para que puedan seguir enriqueciéndose a costa de sus vidas. Diariamente los pueblos originarios se ven despojados de sus tierras, achicados sus territorios, cercadas sus comunidades y contaminados sus suelos y ríos por la voracidad capitalista, la misma que los mató en otro tiempo por el oro, que los redujo a la esclavitud, que los exterminó para poder repartirse sus tierras.
Desde el FPDS no sólo nos solidarizamos sino que nos apropiamos de estas luchas y de estas banderas, porque las entendemos como parte fundamental de nuestra historia y de nuestra identidad.
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